081 - Lección ochenta y una
Lección
Concordancia
- Un hombrezuelo casi analfabeto :
- pero sin duda alguna despabilado, :
- logró que le nombraran maestro de escuela. :
- Un aldeano bastante patán, que por su lado :
- había conseguido que le eligieran alcalde, :
- se dirigió a él y le dijo: :
- Tengo un tío que emigró de aquí hace años :
- y del que no tengo noticias; :
- ¿podría escribirle una carta por mí? :
- Luego, tras habersela dictado, :
- el aldeano le pidió que se la releyera: :
- Quiero estar seguro de no haber olvidado nada. :
- El hombrezuelo, confuso ante su garabateo, se excusó: :
- Lo siento, pero no consigo descifrar lo que he escrito. :
- Pues... si usted no puede leerla, :
- ¿cómo podrá hacerlo mi tío? :
- Eso no es asunto mío; :
- mi trabajo consiste en escribir y no en leer. :
- Y, por otra parte... es verdad - añadió el aldeano convencido - :
- ¿con qué derecho va a leer una carta que no es para usted? :
- Durante los años cincuenta muchos emigraron a América. :
- Hace años que no le veo. :
- ¿Habéis hecho un dictado en el colegio? :
- Le pedí que me acompañara. :
- ¿En qué consiste tu trabajo? :
Complete
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